En mis últimas semanas he pasado por algunos eventos que han quebrado la confianza que tenía en algunas personas cercanas a mí. Personas que pensé que llevaría para la vida entera bajo la categoría de “Familia” o “Grandes Amistades” se transformaron en simplemente polvo, o conocidos incluso no gratos. Es increíble lo que puedes aprender de experiencias personales y lo rápido que pueden cambiar las relaciones en nuestra vida, por ello me puse a pensar mucho en esta pregunta y quiero compartirlo con ustedes.
Puede que para ti no sea una interrogante urgente en este momento, sin embargo, estoy seguro que tú también en algún momento te la platearás. Todos pasamos por algún tipo de traición en la vida, o nos deparamos con cosas que no esperábamos de terceros, por ello en este post quiero ir compartiendo lo que he aprendido.
Concepto de Confianza
La confianza es descrita en el diccionario como lo siguiente: “Esperanza firme que se tiene de alguien o de algo”, así tan fácil, pero excesivamente simple y superficial. Cuando me voy al otro extremo, ya por el campo de la psicología veo que hay teorías de “Los 8 o 12 tipos de confianza”, “Confianza Asertiva”, “La Ciencia de la Confianza”, etc. muy complejo y no encuentro una respuesta clara y directa sobre como utilizarla correctamente e interiorizar lo que es la confianza para poder utilizarla con cautela y ponerla a mi favor.
Tipos de Confianza
Como un resumen, bajo lo que he podido leer y tomando mis conclusiones (adicionando también mis propios sentimientos), la confianza se divide en dos tipos: Exterior e Interior.
Confianza Exterior
La confianza exterior es el sentimiento de esperanza de predictibilidad de sucesos en relación a todo lo que no está directamente bajo nuestro control.
Algunos ejemplos serían los siguientes:
- Confianza en los demás. (Pareja, Familia, Amigos, Jefes, Empleados)
- Confianza en equipo. (Trabajo, Deporte, etc.)
- Confianza en una empresa u organización. (Donde recibes lo que esperas por lo que pagas)
En resumen, engloba a todo aquello que puede ocurrir gracias a intervenciones de terceros o hechos al azar.
La confianza exterior es muy importante e influye mucho en cómo nos sentimos con los demás, como pertenecemos a un grupo, además, te ayuda a crear un ambiente en el cual, finalmente, te rodearás de personas afines con el mismo sentido moral que tú. Sin embargo, este puede ser impredecible y debe manejarse con cuidado. A medida que la confianza exterior se hace más grande van acompañadas de expectativas de igual tamaño, por ello lo ideal es saber manejar estas expectativas en todo momento. Recuerda que las expectativas son tuyas, pero estas dependen de factores que no puedes controlar.
Confianza Interior
La confianza interior es el sentimiento de seguridad de uno mismo, donde la esperanza de que ocurra un evento depende directamente de ti.
Algunos ejemplos serían los siguientes:
- Autoconfianza. (Confianza en uno mismo)
- Confianza Conductual. (Confianza en tu comportamiento)
- Confianza Espiritual. (El tipo de fe que decides tener y modela tus parámetros)
En resumen, depende de ti y como te autopercibes frente a una situación.
La confianza interior debe ser el motor de tus acciones, va de la mano con la autoestima y la esperanza en la capacidad individual de afrontar desafíos. Esta debe ser inquebrantable aunque a menudo se puede poner a prueba por hechos externos que pueden afectar como nos autopercibimos; por ejemplo, resultados negativos en el trabajo, una pareja infeliz, interacciones poco placenteras con terceros, etc. No obstante, debemos trabajar para crear un cimiento robusto en nosotros mismos y no alterar nuestra confianza propia. En la vía contraria las expectativas de los demás no pueden influir en nosotros mismos, pero esto lo discutiremos en otro momento.
Al tener en cuenta estos dos tipos de confianza, pude entender que para tener una vida en harmonía sobre este aspecto en particular es necesario encontrar un balance de estos dos conceptos dentro de nuestra mente y poder asignar el nivel de importancia, un peso para cada una de ellas. Esto va a definir si tu estado de ánimo y salud mental depende más de factores externos que involucran a terceros o de ti mismo.
Como Utilizar la Confianza a tu Favor
Generalmente, la confianza que nos puede adolecer es aquella depositada en terceros que no es correspondida, la mejor manera de poder sobrellevar esto de manera rápida y práctica es manejando nuestras EXPECTATIVAS.
Como mencioné, la expectativa que tenemos sobre los demás es propia y va de la mano con la confianza que uno otorga, comúnmente crecen de manera directamente proporcional, pero no tiene porque ser así. Con esto no digo que no debamos de confiar en las personas, mucho por lo contrario, la confianza es la base de toda relación, sería imposible poder construir todo lo que hemos realizado como humanidad sin la existencia de confianza a nivel de sociedad, pero lo que sí podemos hacer es regular nuestras expectativas.
Nadie está libre de un golpe por la espalda por el simple hecho que no todo esta bajo nuestro control, y eso está bien, la única manera de afrontar este tipo de acontecimientos de antemano es teniendo en cuenta que en terreno que no controlamos todo puede pasar. Esto nos ayudará a levantarnos más rápido, superarlo y seguir con nuestra vida.
Imaginemos siempre la confianza que damos como el acelerador y las expectativas que tenemos de los demás como el freno, si estrellas tu auto no le echarás la culpa a la velocidad sino en tu habilidad de controlarla.
Así que no estaría mal evaluar tus relaciones interpersonales y darle ese mantenimiento al freno!
“No esperes nada de nadie y serás sorprendido por todo”
Un abrazo!,
Seii.